03 enero 2006

VI














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El cazador se resiste a soltar a su presa.
Ha venido nuevamente por ella
se niega a dejarla escapar
con palabras conciliatorias
imágenes maravillosas
y quién sabe qué otras artes
pretende sus colmillos en ella clavar
ofrece cosas simples
un paseo, una charla... pero
¿qué hará una vez que coma de su carne?
carne joven, carne suave
¿logrará su objetivo?
he aquí me siento a observar
en silencio, desde lejos y como siempre
entre los árboles que apenas me dejan mirar
veré quién es más rápido
si el depredador....
o la presa.

1 comentario:

Dani dijo...

me gusta leer esta clase de escritos en prosa, tienen cierta magia, más que en verso.


besos para ti!